viernes, 30 de septiembre de 2016

Beneficios Terapéuticos del Temazcal


Temazcal en La Garrotxa, organizado por Amerasia.


La Cabaña de Sudor, temazcal o inipi es una terapia poderosa de vinculación con la tierra y nos alimenta el despertar de nuestra memoria ancestral. Pero además del trabajo para nuestro espíritu, este círculo de medicina, nos regala hay muchos beneficios en lo físico.
Actualmente se sabe que el temazcal estimula el sistema linfático, ayuda a desechar toxinas, ya que al subir la temperatura arriba de 40 grados centígrados la piel se convierte en un tercer riñón, la alta temperatura a la que nos exponemos dentro de un temazcal propicia que el cuerpo sude, la humedad no permite que el sudor se evapore, por lo que el sistema de autorregulación del cuerpo (sistema simpático y parasimpático) responde, (homeostasis) se acelera la circulación y sudamos aún más eliminando al máximo toxinas, la piel se pone roja indicando que el calor y frío excesivos están siendo expulsados, logrando el balance que se requiere en el cuerpo, de esta forma se suda más que cuando realizamos cualquier tipo de ejercicio ya que, durante y después del temazcal el metabolismo del cuerpo alcanza un ritmo semejante a correr o nadar durante mucho tiempo.
Además tonifica la piel, actúa depurando las vías respiratorias y el aparato digestivo, tonifica el sistema nervioso, ayuda en problemas óseos, musculares y ginecobstétricos, es un vehículo ideal que nos transporta a un estado de paz y tranquilidad interior aquietando la mente al experimentar el calor del baño y de las propiedades curativas que nos regala la naturaleza a través de las distintas plantas medicinales que en él se utilizan.
El temazcal sobrepasa en beneficio y eficiencia a los baños comunes de vapor, ya que la persona a cargo del temazcal puede aumentar o bajar el calor, ajustando así a las condiciones especificas que el paciente requiera, además el vapor se crea a partir de tés herbarios, yerbas que son elegidas según el padecimiento a tratar. El calor debe ser más alto que la temperatura corporal normal para inducir la transpiración, la humedad alta inhibe la evaporación del sudor enfriando normalmente al cuerpo, se estima que cada litro de sudor que se pierde en el temazcal es el equivalente al trabajo que realiza el riñón en varios días.
Durante una sesión intensa de temazcalli se pierde entre 2 y 3 kg de peso corporal de los cuales una alta proporción es de agua, aproximadamente en una sesión se pierde 1.500 ml de sudor, a través de éste se aumenta la excreción de productos terminales del metabolismo (toxinas) como acido úrico, creatinina, urea, ácido láctico, cloruro de sodio; también equilibra el PH ácido-alcalino de la sangre y contribuye a la eliminación de metales pesados que son absorbidos en las sociedades modernas; como el Zinc, Mercurio, Cobre, Plomo entre otros. Cuando la intensidad del sudor es baja, la concentración de estas sustancias nocivas es alta.
El agua es el conductor ideal de la electricidad, la electricidad de nuestro cuerpo se manifiesta mejor donde hay agua, si entorpecemos las funciones de la piel, los desechos celulares obstruirán la respiración de ésta dejando una piel reseca y sin energía.
Al utilizar agua fría dentro del temazcal como parte de la terapia, el cuerpo realiza movimiento de volumen sanguíneo, a través del corazón, con esto se da paso a un ejercicio circulatorio bastante enérgico (contraindicado en problemas de cardiopatías graves), esto se conoce por los naturistas como “lavado de sangre”, al limpiar la sangre de impurezas, estimulando las glándulas sudoríparas, sistema circulatorio y mejora de manera natural las deficiencias cardiovasculares. En cincuenta minutos de baño se logra eliminar un litro de sudor equivalente a un kg de toxinas.


El temazcal utilizado médicamente en los padecimientos relacionados con el frío interno ha sido de gran importancia sobre todo en el tratamiento de desórdenes femeninos, provoca calor en los ovarios, trompas de Falopio y útero, es indicado en infertilidad, embarazo, post embarazo, purificación y fluido de la leche materna, y para recobrar la firmeza de la piel.
Hipócrates, padre de la medicina occidental decía: “Dame una fiebre y te curaré cualquier enfermedad”, la hipertermia inducida a través del temazcal es comparable a un estado de fiebre temporal la cual beneficia enormemente, ya que estimula la capacidad defensiva frente a diferentes tipos de infecciones; las altas temperaturas también facilitan la revitalización y reparación celular.
En la actualidad la ciencia sabe que el calor incrementa las funciones de cada órgano y en particular la del sistema inmunológico, de esta forma nos podemos explicar la sabia acción del cuerpo al subir la temperatura (fiebre) ante la presencia de ciertas enfermedades o infecciones. El Sistema Linfático es uno de los responsables de la limpieza y depuración del cuerpo, de gran importancia por su acción depurativa para el cuerpo humano.
El temazcal estimula al sistema glandular, en particular a las glándulas pineal y pituitaria, se les conoce como las glándulas maestras, ya que rigen la actividad glandular de todo el cuerpo, como lo es la tiroides, adrenales, hormonales, sexuales etc.
El vapor que se produce al interior del temazcal cuando se rocía agua sobre las piedras volcánicas al rojo vivo crea una cantidad importante de ozono de carga negativa, que al combinar la acción de sacudir el ramo de hojas aromáticas eliminaran alcaloides y sus esencias combinadas con la energía ionizante producen más ozono, la ciencia ha descubierto importantes usos terapéuticos del ozono, se destaca su acción germicida que al interior del temazcal actúa como potente antibiótico natural.
La presencia elevada de iones negativos ejerce reacciones en el cuerpo propiciando que el aura (patrón bio-estructurante electromagnético) se expanda, manifestándose radiante en todas las funciones del cuerpo incluyendo las del cerebro. El aura es quien dirigió la construcción del cuerpo en que vivimos y quien lo mantiene funcionando, la práctica de la terapia del temazcal permite y propicia que esta inteligencia áurica regenere el cuerpo.
El campo eléctrico recorre todas las células, órganos y todo el sistema nervioso, estimulando todas las funciones fisiológicas y el metabolismo; si el campo eléctrico es demasiado débil, se manifiesta cansancio, desgano y falta de vitalidad. Esta es la causa principal de la fatiga y el entumecimiento que se siente cuando se viaja en automóviles, aviones, tanques, submarinos y trenes. Lo mismo sucede cuando se trabaja en un ambiente con aire acondicionado o calefacción suele dejar a las personas completamente agotadas, aunque no hagan más que estar sentadas tras un escritorio, una persona que trabaja en el campo, las mismas horas con un extenuante esfuerzo físico, no presentan este agotamiento al terminar su labor, la diferencia, la calidad del aire.
Los rayos infrarrojos emitidos por las piedras calientes son de gran utilidad sobre todo en aquellos padecimientos en donde estos rayos han demostrado su eficacia y bondades terapéuticas. Los efectos curativos de los rayos infrarrojos son muy importantes y benéficos en el temazcal, es un tratamiento alternativo del dolor, muy útil en el padecimiento de Artritis reumatoide, la rehabilitación de articulaciones afectadas por esta enfermedad, proporciona gran ayuda a las personas que padecen ciática, reumatismo y en todos los padecimientos en donde se requiera aumentar el riego sanguíneo, disminuye la rigidez de las articulaciones y el dolor, mejora en general la circulación y reduce el stress.
Algunos de los beneficios que proporciona el temazcal:
- Alivia las molestias premenstruales
- Ayuda a bajar de peso
- Ayuda a eliminar toxinas
- Beneficia la circulación sanguínea
- Depura el aparato digestivo
- Desatrofia (sic) los músculos
- Disminuye los problemas óseos
- Filtra las vías respiratorias
- Incita a la introspección y reflexión
- Merma trastornos hepáticos,
- Reduce el tamaño de los quistes en los ovarios,
- Relaja el sistema nervioso disminuyendo el estrés y la angustia,
- Resuelve problemas de irregularidad menstrual,
- Tonifica la piel
El calentamiento al que es sometido el cuerpo durante el baño en la terapia del temazcal, alcanza temperaturas elevadas produciendo una serie de reacciones, entre ellas: estimula la circulación superficial y profunda de la sangre, acelera la frecuencia de los latidos del corazón aumentando su fuerza, además genera la acción de los mecanismos de regulación térmica y activa el metabolismo. Es un método eficaz para estimular todos los órganos internos, ya que al sudar en grandes cantidades, desechamos toxinas acumuladas, se dice, que ayuda en los tratamientos para la obesidad siendo un auxiliar muy efectivo para la perdida de grasa corporal, estimula el metabolismo basal simulando actividad física como si estuviese haciendo ejercicio. Mejora significativamente el funcionamiento de la piel y riñones, ya que estimula el desecho de sustancias tóxicas al abrir y activar los poros de la piel.
Propiedades terapéuticas del temazcal
Sistema reproductivo de la mujer: Es recomendable este baño para sacar fríos o calores malignos del cuerpo. La mayoría de la problemática asociada con el sistema reproductivo de la mujer tiene que ver con la frialdad, el temazcal contribuye calentando los ovarios, trompas de Falopio y el útero, si utilizamos hierbas de naturaleza caliente como Santa María, canela, romero, pirul, poleo, pericón y pachuli entre otras.
En la actualidad existen muchas parejas que logran embarazarse al asistir con regularidad al baño de temazcal.
Las parteras tradicionales lo utilizaban con las mujeres embarazadas como medio preventivo, curativo y para la atención del parto, aprovechando la ocasión al acomodar al bebé para su buen nacimiento, dentro del temazcal la matriz de la mujer embarazada se expande, haciendo mucho más fácil la labor del parto. Tanto en la república mexicana, como en Centroamérica, el baño prehispánico con plantas medicinales era utilizado en estos dos eventos tan importantes en la vida de una mujer. Después del parto se le bañaba varias veces a la madre con hierbas medicinales a fin de que su matriz se contrajera y volviera a su estado original. En esta etapa el baño no es tan caliente como se acostumbra, el temazcalero cuida que el calor no pase los 40 grados centígrados, no solamente la calidez del lugar ayuda en la labor de parto, sino que el bebé nace en un ambiente similar en temperatura, del que viene, y por otro lado la matriz no se expone tanto al frío como en un parto normal, calma dolores, facilita la salida de restos placentarios y toxinas, estimula la producción y conducción de leche.
El baño prehispánico no se recomienda durante el periodo de la menstruación, pero es muy útil y recomendable utilizarlo regularmente ya que es muy útil en el síndrome premenstrual (dolor, irregularidad, depresión, hinchazón).
Se ha tratado a mujeres recientemente y según los informes médicos, los quistes sobre sus ovarios eran más grandes en volumen que su útero, tras una serie de baños en el Temazcal, se comprobó una reducción considerable del quiste. A una serie de baños se le acompaño con infusiones de hierbas medicinales que es tomada por el paciente así como la preparación con hierbas medicinales adecuadas para la infusión con las que se rocían las piedras y son inhaladas por el bañista, sin olvidar la conformación con las hierbas correctas para el ramo con el que se manipulara el aire caliente hacia el paciente.
Desorden inmunológico, sida y cáncer: El calor es un medio para producir la proteína del estrés, esta aparece organizando la actividad molecular, ayudando a través de la regulación, a que puedan darse cuenta, cuando una célula es diferente a las demás, por su estructura o su tamaño; esta reacción la encontramos cuando somos sometidos a agentes quimioterapéuticos, cuando nos encontramos en un estado patológico de inflamación viral, cuando tenemos fiebre, inflamación, etc. Cuando aumenta la temperatura del cuerpo inmediatamente hay una reacción, todas las células, desde una bacteria hasta las células neuronales presentan un aumento en la producción de ciertas moléculas que protegen el daño producido por el calor.
Esto fue observado por los biólogos hace más de 30 años. Los estudios muestran que al estar dentro de una sesión de temazcal, el calor terapéutico estresante, puede ser capaz de generar proteínas con efecto inmunológico, los estudios científicos siguen buscando y tratando de descubrir más sobre el tema. Esto podría ayudar en tratamientos de cáncer y otros desórdenes inmunológicos, es conveniente mencionar que al calentarse las piedras del temazcal emiten energía radiante o radiación térmica (infrarrojos, ultravioleta) la cantidad y calidad depende de la temperatura que alcancen las piedras, el cuerpo humano parcialmente es capaz de absorber las radiaciones emitidas por las piedras calientes.
Efectos en la piel: Tonifica, regenera y purifica la piel. Esta es el órgano más grande del cuerpo y actúa como mecanismo regulador de la temperatura interna del organismo, está dotado con un mecanismo de auto regulación interna en donde aunque se encuentre en un medio mayor de 40 ºC no sobrepasa los 38 ºC (se enfría a través del sudor). La piel es como un tercer riñón, por donde se eliminan las toxinas acumuladas en el cuerpo. Las personas que habitan en medios contaminados, pueden tener los poros tapados, estos son activados por el mecanismo terapéutico del temazcal, por los efectos de la alta temperatura, estimulando la renovación de la piel, porque favorece la descamación de la capa superficial, activando al mismo tiempo la protección ante las infecciones cutáneas a través de la formación del manto ácido. Si aplica jugo de sábila sobre el cuerpo antes de entrar al baño, los resultados son favorables sobre manchas y otros problemas de la piel.
Efectos en el sistema nervioso: Tiene un efecto relajante y estimulante en el organismo, ayuda a tratar el estrés, insomnio, tensión nerviosa, etc. Estimula el sistema hormonal, funciona como una limpieza sanguínea eliminando las toxinas e impurezas a través del sudor, automatizando el sistema nervioso.
Efectos en el aparato respiratorio: Utilizado para tratar problemas como: gripas, bronquitis, enfisemas, asma y sinusitis. Limpia y descongestiona los canales nasales y para nasales al elevarse la temperatura y combinarse el vapor con el aroma de las plantas medicinales, destapando las vías respiratorias. Por efecto del calor se produce la inhalo terapia, con el vapor de agua, el vapor de las flores y hierbas curativas, los aceites desprendidos de estas y depositadas en las piedras durante la ceremonia produce automáticamente la desobstrucción de las vías respiratorias.
Activa también la irrigación de una forma impresionante, 7 veces más que en condiciones normales, también se aumenta el flujo sanguíneo, sumado esto a la expansión de los pulmones los bronquios facilitan la expulsión de las toxinas acumuladas.
Efectos en el sistema circulatorio: Aumenta la circulación sanguínea, moviliza la sangre llegando así a los recónditos lugares del organismo. Facilita la expulsión de toxinas al dilatarse los vasos sanguíneos así, como la eliminación de ácido úrico y colesterol; es auxiliar natural en tratamientos de enfermedades relacionadas con deficiencias circulatorias y cardiovasculares. Por medio de la temperatura alta y la ebullición de agua fresca, se logra un alto grado de movimiento en el sistema circulatorio (lavado de sangre), ayudando a corregir problemas de varices, úlceras varicosas, trombo flebitis, embolia, adormecimientos de manos y pies, presión alta o baja, y otros problemas circulatorios.
Efectos en el sistema muscular: En el baño temazcal primero se calienta la piel poco a poco el calor penetra al tejido celular subcutáneo hasta el músculo, este calor proporciona relajamiento al sistema muscular, coadyuva en el alivio de contracciones musculares (encogimiento de un músculo), rigidez post “enyesamiento”, dolores de espalda, atrofia muscular, dolores de rodillas y tobillos, entre otros, gracias a los efectos de la temperatura y los aceites volátiles de las plantas que se utilizan.
Mejoramiento del sistema inmunológico: El baño prehispánico aumenta la circulación sanguínea y la linfa, la producción de Leucocitos (glóbulos blancos) del cuerpo y descongestiona el sistema linfático. Se ha observado que personas que visitan con regularidad estos baños de sudor y que padecen de enfermedades crónicas o recurrentes, disminuyen sus padecimientos, dándose cuenta de que si se enferman se recuperan fácilmente.
En la actualidad sabemos que inducir el sudor del cuerpo tiene beneficios en diversos tratamientos de enfermedades como pueden ser, las correspondientes al sistema reproductivo de la mujer, las dermatológicas, del hígado, del sistema circulatorio, respiratorio, inmunológico, en problemas de reumas, artritis, gota, así como en problemas agudos, dolores, enfriamientos y congestiones musculares. El baño prehispánico es quizás la técnica curativa más efectiva de este tipo.
En el temazcal se trabaja y están presentes e intervienen los cuatro elementos, la tierra , cuando nos adentramos simbólicamente al útero materno al ingresar al temazcal; el fuego, lo utilizamos para calentar las piedras, (las abuelas), El aire, esta presente siempre a nuestro alrededor y al utilizar el ramo y por último esta el agua, que no por presentarla al final es el menos importante, ésta, transporta la energía por todo nuestro cuerpo, si perdiéramos el 50% de ella, no sobrevivíamos ya que esta es transportada por la sangre y fluidos corporales, medio por el cual circulan los nutrientes a través de nuestro cuerpo.
Existen teorías que están siendo estudiadas en donde mencionan que el agua tiene la capacidad de copiar y memorizar información, al hablarle, rezar u orar delante de ella, o ponerle música se ha descubierto que el agua cambia su frecuencia “vibracional” enormemente, si recordamos nuestros antepasados veneraban, saludaban, oraban, cantaban y ofrecían ofrendas, desde estos tiempos los indígenas ya utilizaban este trato preferencial y respetuoso que ahora se esta descubriendo con el aval científico.

Fuente texto: http://www.onirogenia.com/
Fuente Fotografía: David Conde Carranza
Fuente Video: Gustavo Fernández  

sábado, 17 de septiembre de 2016

Proyecto “SEMBRANDO TEMAZCALES” (de Gustavo Fernández)



Como ustedes están enterados, desde hace unos años, como parte de las actividades de nuestra revista digital “Al Filo de la Realidad” y nuestro Director, Gustavo Fernández, hemos venido explorando y difundiendo distintos aspectos de las Culturas Ancestrales, muy particularmente la Mexika. Sus enseñanzas, su cosmopercepciòn, su rica simbología, las relaciones entre este Conocimiento Arcano y el abordaje que propone la Psicología Junguiana han sido matices dominantes de esa singladura. Pero, muy especialmente, hemos propulsado -y, en ciertos ámbitos, introducido originalmente- la práctica del “temazcal”, el milenario baño de vapor indígena con propiedades terapéuticas (en lo físico, psíquico y espiritual) además de ser una herramienta de Trabajo Interior, verdadera Alquimia cercana a la Naturaleza.



Quienes sin embargo recién son llegados a estos espacios, tienen disponible más info sobre el origen y propósito de los temazcales haciendo click aquí



El punto es que queremos invitar a ustedes a sumarse a un nuevo proyecto que, precisamente, hemos denominado “Sembrando Temazcales”. Queremos difundir en todos los contextos la iniciativa de multiplicar la práctica del temazcal. Sin que ello implique dependencia alguna con nuestro “kalpulli”. Esto, proyectamos gestionarlo a través de la formaciòn de guías de temazcal -formación que debe ser presencial- para luego motivarles a llevar adelante sus propios espacios terapéuticos.



No queremos dependencia alguna de quienes se sumen a esta iniciativa hacia nuestra organizaciòn. Proponemos solamente un aprendizaje básico y necesario y luego entregar “llave en mano” (si se nos permite el eufemismo acorde a estos tiempos consumistas) para que cada uno lo guíe y desarrolle a su buen saber y entender. Nos distanciaremos de la actitud que entendemos centralista y monopólica de algunos grupos que sólo giran alrededor de su temazcal forzando a los interesados en conocerlo (o necesitados de sus beneficios) en ocasiones dando lugar a desplazamientos fatigosos y condiciones onerosas. Transformándose en ciertas latitudes, ya sea en aquellas donde su práctica está masificada (como en México) o apenas incipiente (como en Argentina) en una competencia que tiene mucho de “marketing” disfrazado de espiritualidad. O, en ocasiones, generando estructuras “piramidales” donde quienes desean instalar este espacio terapéutico para bien de sus allegados se ven captados en el circuito de dependencia subsidiaria de algunos pocos idóneos (con lo cual, sin querer o queriendo, se transforma la difusión de la Toltecayotl en una mala parodia de Herbalife o Tupperware). Queremos sembrar temazcales por todo el país, por toda América, por todo el mundo. Queremos que se multipliquen los “guías de temazcales” y encaren su propio proyecto personal. Tan sencillo como eso.

















A tal efecto, hemos esbozado la siguiente estrategia:



a) iniciar una campaña de concientizaciòn, tanto a nivel popular como académico, sobre los beneficios y efectos del temazcal. El primer paso fue la presentaciòn de la conferencia – audiovisual de Gustavo Fernández en el Séptimo Congreso Argentino “Carl G. Jung” que se llevó a cabo en Buenos Aires del 10 al 12 de junio de 2011, y continuó con presentaciones en Bariloche (provincia de Río Negro), Buenos Aires, la Universidad de Murcia (España), Montevideo, Perú, el propio México (durante el Primer Encuentro Internacional de Culturas Ancestrales -noviembre de 2011), etc.



b) invitar a ustedes a invitarnos, juego de palabras que propone llevar nuestras charlas y talleres sobre Temazcales y Chamanismo a sus respectivas localidades. Incidentalmente, animarles a generar su propio temazcal. Acordadas las condiciones, no existen reparos en presentarnos en cualquier latitud que fuera menester.



c) generar las herramientas didácticas necesarias (DVDs, audios, material de uso práctico, etc.) para acompañar dicho aprendizaje.



d) incentivar la popularizaciòn de nuestro Curso a Distancia de Chamanismo y Toltequidad, aprendizaje teórico – práctico básico para introducirse en esta disciplina.



e) aunque formalmente esta idea formaría parte del inciso (c), requiere una propuesta independiente: lanzar un Manual (en ediciòn gráfica) sobre Chamanismo y Temazcales, que incluya no sólo los aspectos históricos y filosóficos sino (muy especialmente) los prácticos. Pero la extrema dureza de un mercado editorial monopolizado por unos pocos haría dormir por años el proyecto, que demanda en su elaboraciòn tiempos y esfuerzo. Inivitamos entonces a quien vea aquí la oportunidad de sumarse, sea con el aporte económico para su realizaciòn por motivos de opciòn personal, sea en forma asociativa para su comercializaciòn -dentro y fuera de internet-. Editar un libro no resulta económico, pero ya sabemos que su impacto social, su persistencia en el tiempo y su eterno atractivo para las mentes lúcidas justifican el esfuerzo.



Estos son los lineamientos básicos de nuestro Proyecto. Toda crítica e idea será bienvenida y recibirá preferente atenciòn. Mientras tanto, toda gestiòn en Europa será canalizada a través de David Conde y Marga Catena (Amerasia Natura Ancestral) en coordinación directa con Gustavo Fernández ("CASA DEL CÓNDOR"- Agrupac. Difusora de Sabiduría Ancestral - Temazcal), por lo que rogamos escribirles a su mails.
David y Marga: info@amerasianatura.com / amerasianatura@gmail.com


Gustavo Fernández: gusfernandez21@yahoo.com.ar



Saludos cordiales.

jueves, 8 de septiembre de 2016

EL TEMAZCAL GUERRERO Y MÍSTICO

¿Qué es un “temazcal”?

Temascal en expresiones populares, “temazcalli” para honrar el idioma de los ancestros, con este nombre (tomado de las voces indígenas nahuátl “calli”: casa, y “temaz”, vapor, es decir, “casa de vapor”) se designa en Centroamérica a un espacio sagrado para los antiguos pueblos precolombinos que los historiadores rastrean con diversos nombres refiiriéndose a una costumbre extendida desde lo que hoy es Alaska hasta Tierra del Fuego. Se trata de la costumbre individual, familiar o comunitaria de tomar baños de vapor en cubículos generalmente hemisféricos, con un sector delimitado por rocas volcánicas a gran temperatura —alimentada exteriormente por un horno de leña— donde periódicamente se vierte agua y previamente se han sumergido plantas medicinales. Si bien a partir de la persecución de los conquistadores en la mayor parte de América este hábito desapareció, en México en particular y América Central en general ha persistido hasta el presente, siendo sumamente apreciado por sus efectos relajantes, tonificantes o terapéuticos por miembros de todas las clases sociales. 

DESCRIPCIÓN FÍSICA Básicamente el temazcalli es una hemisfera de ladrillo o tierra, sobre piso de tierra o de material —que para el uso se cubre con esterillas— de baja altura (1,20 a 1,60 metros) y de un diámetro proporcional a la cantidad de ocupantes simultáneos. Como dijéramos, cuenta lateralmente con un horno de alimentación exterior que por su parte interior presenta una pared originalmente de rocas volcánicas hoy en día reemplazados por ladrillos refractarios.

La actividad consiste en permanecer en reposo en su interior, en períodos de tiempo que oscilan entre los 50 y los 120 minutos, mientras periódicamente se vuelve a rociar aquella pared refractaria con agua donde previamente se han sumergido por un tiempo hierbas medicinales (combinadas de acuerdo a las necesidades específicas de los ocupantes). Al retirarse del mismo, es costumbre permanecer unos minutos en reposo en una sala contigua, actualmente ambientada con música y aromas relajantes, o se complementa con actividad masofiláctica (masajes).
Las exigencias de espacio físico deben contemplar también una sencilla construcción, anexa al temazcalli, donde se encuentren el o los gabinetes para muda de vestimenta, descanso y actividades terapéuticas, así como ducha y guardarropas.

El temascal guerrero, el temascal místico

Sin embargo, no se ha enfatizado lo suficiente —y yo apenas lo he insinuado en algunos artículos— en la componente espiritual o, más bien, “astral” de la experiencia “temascálica” (ignoro si existe el adjetivo, pero de no, habría que inventarlo). Cité que en una experiencia aparentemente “terapéutica”, un guía  “canaliza” las instrucciones que me permiten, hoy, comenzar a reconocerme en mi “nágual”. Asimismo, se le confiere una instrucción que ya relaté, de manera de no ser redundante pero que elimina —y aún hasta hoy— un problema cervical no grave pero sí incómodo. Hubo, en el proceso, percepciones de algo no existente en este mundo pero sí quizás en otro. Ya lo he relatado en “Al Filo de la Realidad” Nº 184 . Relato  algo más: la percepción, por parte de él, de un lobo, que asocié a un recuerdo infantil donde en sueños era yo atacado por un hombre lobo (hoy, con más conocimiento del mundo astral, sospecho que se producía por allí la relación). Edgar realizó cierto ritual a lo cual respondí —no lo recuerdo— con contracciones de vómito seco y caí desplomado al suelo. Finalmente, asocio —tiempo después— mi particular simpatía actual por esos mamíferos —de heho, el perro más querido que he tenido era una “alaskian mlamute”, de nombre Khrisna, una perra genéticamente casi emparentada con los lobos— y me pregunto si no se trataría más bien de mi “nagual” que trataba de manifestarse.
Otro temascal “guerrero”, en el cual entramos 22 y sólo lo completamos 8, comenzó a familiarizarme con las exigencias del mismo. Conocido también como “de cuatro puertas” (pues consta de cuatro etapas, en cada una de las cuales se devociona a un elemento de la Naturaleza, elevándose progresivamente la temperatura y con breves descansos intermedios donde no se permite salir a reposar) y por último el inolvidable hecho con el maestro Martín García, de la localidad de Malinalco, de cuatro horas de duración y donde se sumó la experiencia del “peyote”, cactácea alucinógena a la cual mi cuerpo y mente se adaptaron favorablemente: además de darme resistencia extra, me proveyó un estado de agudización de la percepción física excitando los sentidos hasta límites increíbles, profundidad de análisis racional y, durante varias horas, una “indiferencia emocional” a lo exterior (no encuentro mejor forma de definirlo).

Creo que sería fundamental promover la instalación de temascales entre los interesados en estas disciplinas, toda vez que su uso, además de sus innegables efectos terapéuticos, facilitan el despertar de los Arquetipos dormidos. El Sabio y el Guerrero, principalmente, son aspectos de nuestro Yo que a través de la experiencia temascálica se activan y potencian, brindándonos un punto distinto, superior, desde donde reposicionarnos para observar —y actuar— en la vida cotidiana.

EL TEMAZCAL COMO HERRAMIENTA DE INICIACIÓN
Sí, ya sé. dirán ustedes que estoy un poco por demás insistente, tal vez demasiado reiterativo con esto de los temazcales y el chamanismo. ¿Dónde habrán quedado -pensarán algunos nostálgicos- las reflexiones sobre la hiperdimensionalidad de los OVNIs, las investigaciones de campo parapsicológicas, el pragmatismo esotérico?. ¿Dónde, la polémica y el debate, el periodismo paranormal,  las técnicas de autodefensa psíquica o los consejos de Feng Shui?.
 Pero distiéndanse. Sabré regresar a todo ello y más. Todo tiene que ver con todo, y en esta singladura metafísica en que se ha transformado la vida de uno, vamos rizando las espiras de una espiral que nos hace pasar una y otra vez sobre un mismo punto pero desde otro nivel. Aquí aguardan algunas investigaciones que iré reflejando en las próximas semanas; permítanme, hoy, abundar en algunos conceptos que aún han quedado en este tintero virtual.
Estas reflexiones nacieron durante el final de la primera Jornada del Quinto Congreso Anual “Carl G. Jung”, que en Buenos Aires organizara hace un par de semanas la Asociaciòn Junguiana Argentina, bajo la presidencia de mi buen amigo, el doctor Antonio Las Heras. La ocasiòn no era menor; si bien soy el primero que quito demasiada entidad a los títulos académicos, poder disfrutar ese momento (perdón por este dejo de inmodestia) de finalizar más de dos horas de exposiciòn sobre chamanismo y temazcales ante un nutrido público absolutamente académico y formal (integrado por psiquiatras, psicólogos y doctorados en otras ciencias) me abrió los ojos a la alegría intelectual de comprobar que hay un segmento importante de la “inteligentzia” universitaria que comprende que aquí, en estos andariveles indigenistas, hay mucha tela para cortar. Ahí estaban, entre otros, el propio Antonio, el doctor Rodolfo Fischer (Jefe de Servicios del Hospital Neuropsiquiátrico Borda, de Buenos Aires), el doctor Vicente Rubino (psiquiatra, escritor prolífico, crítico de arte, historiador), el doctor Jorge Cabral (Presidente de APSA, Asociaciòn de Psiquiatras Argentinos), el cineasta Eduardo Arranz y tantos otros. Me tocaba hablar una hora y excedido largamente ese término, sorprendido que nadie se moviera un ápice de sus asientos y asistir, incrédulo (debo admitirlo) al cerrado aplauso final y las masivas preguntas que amenizaron en forma de debate el cierre de ese evento me llevaron a preguntarme qué había de especialmente interesante en ésa, mi disertaciòn. Sorpresivamente me di cuenta: la extraordinaria filiaciòn “junguiana” que la filosofía existencial tolteca tenía (¿o debería decir la “toltequidad” del pensamiento junguiano?) sumado (porque, sin sentirme “canal” ni espúreo sintonizador alguno, debo admitir que en ocasiones, comienzo mis conferencias sin saber claramente cuál será el sesgo que le daré a la misma) al cariz original que le imprimí a la misma podía ser la respuesta. Y ese cariz resultó extenderme sobre la naturaleza iniciática de la experiencia del temazcal.


Todo proceso iniciático requiere una relaciòn discípulo – instructor. O, para ser más precisos, una escalera de trascendencia, básicamente de tres niveles: Aprendiz – Compañero – Maestro. Y un contexto, institucional o casi, en el cual ese aprendizaje de las “formas” -rituales- como recreaciòn Microcósmica de procesos Macrocósmicos sean conocidos, practicados, aprehendidos, develados sus arcanos significados y significantes, aplicados y sostenidos en el tiempo. Esa es la razón de ser de todas las sociedades iniciáticas. Y el kalpulli lo es también.

Un “kalpulli” es una hermandad de transmisiòn del conocimiento ancestral originario. Su naturaleza es iniciática. Los “tekius” o “trabajos” hechos en su seno y por instrucciòn de sus superiores, los ritos de paso, todo ello propende a despertar en el estudiante y practicante -porque en Esoterismo no se es una cosa si no se es la otra- cualidades espirituales sobre las cuales no tiene sentido abundar, toda vez que no es su razón de ser la de presumir ante terceros sino para que cada uno, cada una, sepa dentro de sí que pule de la basta piedra bruta que en masónica alegoría es nuestra naturaleza.
Pero una iniciación esotérica, por cumplimiento de la Ley de Correspondencia (ver al respecto mi trabajo “Fundamentos Científicos del Ocultismo”) debe ser operativa y filosófica. Filosófica, porque propende al conocimiento en virtud del Conocimiento en sí. Y operativa, porque debe ser herramienta de Cambio, de modificaciòn. En síntesis, de Evoluciòn.
Pero una evoluciòn egoísta, centrada y finita en el individuo, desacraliza la iniciaciòn que le ha sido conferida. Porque la evoluciòn debe irradiar hacia el entorno. Si la filogénesis repite la ontogénesis, la razón de ser de las búsquedas espirituales debe ser también incidir, actuar, impulsar la evoluciòn del entorno del individuo. Como un campo radiante que se extiende y derrama a su alrededor, todo Iniciado tiene el deber moral de transmutar y transmutarse, de ayudar y ayudarse, tanto en lo físico como en lo espiritual.

Y el “kalpulli” como contexto, y la Inkaltonatl (ciencia espiritual tolteca) lo son en grado sumo. En algún momento me referiré a las posibilidades sociales y económicas (y por lo tanto, políticas) que el kalpulli puede brindar a la colapsada sociedad contemporánea. Quizás más cercanos al concepto de un arcano cooperativismo, psicológico antes que social, los pueblos originarios pudieron haber escrito, si se les hubiera permitido, una historia distinta. sospecho -más aún, estoy convencido- que una de las razones históricas para arrasarlos, someterlos y esclavizarlos en la pobreza y la ignorancia a través de los siglos es, precisamente, el conocimiento que los Poderes en las Sombras tienen que un despertar de la conciencia originaria (si les suena mejor que “conciencia indígena”) conlleva necesariamente el colapso del sistema consumista y dominante eidéticamente de los últimos quinientos años. Tras las matanzas de Chiapas, tras el Ejército Zapatista de Liberaciòn Nacional y su Subcomandante Marcos (¿alguna vez se preguntaron, si Rafael Sebastián Guillén Vicente -tal su presunto nombre real- es el “subcomandante”, quién -o quiénes- son los “comandantes”?), la masacre de Tlatelolco en 1968 se esconde más, mucho más, que intereses políticos del momento.

Por eso toda iniciación -y la indigenista lo es- requiere de tres elementos.
En primer lugar, la organizaciòn heredera del Conocimiento, del linaje.
En segundo lugar, un Maestro, un Iniciador, un Guía.
En tercer lugar, un Espacio Sacro y un Ritual (o varios): El temazcal

Y el temazcal es ese espacio sagrado. Es un Templo, pues, en primer lugar, allí se establece -si simbólica o expresamente, depende del Nivel de Realidad en que se ubique el iniciado- una conexiòn entre el ser humano y la Madre Tierra (Tonantzintlalli o Pachamama). En él se re – crea el re – nacimiento (en este caso espiritual). En él se amplifican los miedos, la Sombra, los deseos, se aplasta el Ego y en ese Tlazolteótl (“la fuerza que destruye y crea a sí misma”), transforma el cuerpo del ser humano en un atanor dentro de otro atanor para catalizar un verdadero proceso alquímico de donde será Piedra Filosofal el Quetzalcoatl, el Tezcatlipoca, el Huitzilopochtli o el Xipec Totec que despierta dentro de cada uno.
Por supuesto, también puede usarse para la terapéutica física o meramente psicológica, de la misma manera que el templo cristiano, judío o budista también puede ser visitado por turistas, para tomar fotos artísticas, para conocer la historia de una localidad. Pero que en el momento del ritual, se transforma en otra cosa.
Entonces, pasar por sucesivos temascales (sean éstos terapéuticos, guerreros o místicos) es someter a la materia, nuestra materia, al “disolve et coagula”, una y otra y otra vez. Hasta que la negra costra comienza a desprenderse permitiendo brillar al Sol la estrella que en su interior fue transmutada de bajos elementos a otros de orden Superior.



TEMAZCAL: Sanaciòn, Terapéutica y su presencia en tierras australes

A lo largo de numerosos artículos en “Al Filo de la Realidad”, he descripto la naturaleza y fines de la práctica del temascal, el baño de vapor indígena tan habitual en Norte y Centroamérica, y sus propiedades. Estas líneas no tendrán entonces como fin ser didácticas sobre el mismo (a quien le interese, le recuerdo que en nuestro blog, “Al Filo de la Realidad”, secciòn “Descargas” tienen a su disposición el e-book gratuito “Un ensueño entre serpientes y jaguares” donde, amén de mis andanzas en tierras mexicanas, relato el tema con más extensión) sino reflejar algunas observaciones y experiencias personales, con el confesado propósito de estimular a quien no haya realizado aún la experiencia a participar en una.

Debo comenzar, sin embargo, por una pequeña cita para mí reveladora. En mis conversaciones con especialistas en tierras del Ánahuac, ellos me referían, constantemente, su certeza que el temascal, insisto, como baño de vapor terpéutico y místico, supo extenderse alguna vez por todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Empero, si bien pueden hallarse evidencias en el actual territorio de Estados Unidos y América Central, no me había sido posible, hasta ahora, detectar indicios entre nuestros pueblos originarios de Sudamérica, al punto que alguna vez llegué a pensar que tal vez era sólo un rumor, una expresión de deseos. Pero no.

Y el grato hallazgo ocurre precisamente entre uno de los pueblos menos conocidos –y tal vez por eso- más enigmáticos del actual suelo argentino: los comechingones (1), habitantes de la provincia de Córdoba. Más precisamente, en el Valle de Punilla. Más aún, con intensa presencia en las regiones de Capilla del Monte, Ongamira y alrededores. No creo que sea casual esto; la inluctable relaciòn energética entre esta regiòn y Tepoztlán, en México (y que he descripto en “Ecos chamánicos entre Tepoztlán y Capilla del Monte”, ) da otro sentido a la repetición, en estas tierras australes, de prácticas tan difundidas entre los pueblos toltecas y otros.

La cita en cuestiòn la hallé en “Relación de las provincias del Tucumán” (1582) de Pedro Sotelo de Narváez: “… acostumbran meterse en las casas debajo de tierra y muy abrigadas, a sudar, como manera de baños, y de allí salen, después de sudar mucho, a que les de el aire, aunque se enjugan dentro”.

De hecho, un temascal. A sabiendas de la profunda mística de estos pueblos, capaces de erigir centros ceremoniales de propiedades aún desconocidas, es inevitable trascender la mera casualidad. Por cierto, cuando en Xochicalco, en esa verdadera “universidad del espíritu” tolteca escuché los fundamentos de un encuentro continental de sabios, allá por el 650 de nuestra era, y cuando fui reuniendo evidencias que establecían una identidad cultural entre el Tawantinsuyu y el Ánahuac, la casualidad se transforma en causalidad.

Repasemos algunas de esas evidencias, no necesariamente en orden de importancia, sino como afluyen a mi recuerdo:

– El calendario religioso de 260 días.

– El uso de cuerdas anudadas como registro contable, calendárico, etc. El “Mecatl” en el Norte, los “kipus” en el Sur.

– La “cultura de las pirámides” aterrazadas

– La presencia del pueblo Purépecha en México, con raíces lingüísticas quechuas en su lenguaje, capaces también de construir grandes canoas para navegación “portulana” (con la costa a la vista) con las cuales, está demostrado, llegaron del Perú a México en tiempos remotos.

– El aspecto de cráneo alargado tanto de Qurzalcoatl como de Viracocha, y la persistencia de la costumbre ritual de alargar cráneos desde el nacimiento.

– El ciclo cósmico de 52 años.

– Correspondencias culinarias, como los tamales (¡qué inclusive se llamaban con el mismo nombre desde épocas prehispánicas!) en la actual Argentina como en México.

Y ahora, también los temascales.


Autor del Artículo: Gustavo Fernández, Temachtiani (Consejero) del Kalpulli "Agrupación Difusora Casa del Cóndor" de Paraná (Argentina)


P.D. Aprovechamos para comunicaros que durante los días 5, 6 y 7 de Mayo de 2017, Gustavo Fernández se desplazará hasta Catalunya para llevar a cabo una nueva Formación de Guías de Temazcal. Si estáis interesados podéis consultar el evento en Facebook siguiendo el siguiente enlace: https://www.facebook.com/events/299497510387338/